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"Liliana Libedinsky, de la librería Caleidoscopio, que abrió hace 15 años, destaca: "Hay que cuidar mucho lo administrativo y ser muy cuidadoso".
Algunas características que tienen las librerías independientes son que sus estanterías no están repletas de best sellers y que ninguna editorial paga por estar en la mesa de novedades. Para que esto suceda, sus dueños y el equipo de trabajo les ponen un freno constante a los envíos que mandan las editoriales y practican el derecho a elegir.
De esta manera, no se convierten en despachantes de libros, y esto se siente al ingresar: la originalidad, la libertad de criterio, el juego y la estética están desde las vidrieras, eclécticas, novedosas, coloridas o temáticas.
También hay que mencionar el ambiente de trabajo. Liliana, de Caleidoscopio, asegura que la librería "no es de ella" porque cada empleado aporta lo propio y como tienen saberes distintos, los comparten. Lo que sí es seguro es que todos tiran para el mismo lado. Eso lo sienten los clientes: al entrar son recibidos por su nombre de pila; si llega una novedad que les puede interesar les avisan a su casa..."

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